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La Herida Ancestral Y La Herida Del Alma

La herida ancestral y la herida del alma

La herida ancestral es aquella que todo ser humano porta por el simple hecho de haber encarnado en este plano tierra y pertenecer a una familia en la densidad de esta dimensión. La herida ancestral es el dolor que más nos define. El miedo que cuando se potencia puede ser insoportable hasta generar síntomas, enfermedades, ansiedad y cualquier tipo de trastorno o distorsión de la realidad. Esta herida se encuentra dentro del programa artificial del Ego que es el que se genera una vez nacemos en este plano tierra. Es una consciencia creada por las creencias y comportamientos del inconsciente colectivo familiar/ancestral y por el inconsciente colectivo social/cultural al que se pertenece. Según sea tu familia y tu entorno tus creencias, limitaciones, miedos y comportamientos serán unos u otros. Esto lo que demuestra es que las creencias son todas limitantes y subjetivas. No hay verdades absolutas en cuanto a creencias ya que lo que es miedo para algunos, otros ni siquiera lo sienten. Algunos seres humanos viven en la carencia, pero no todos. Muchos crean preocupaciones y viven según ellas y otros ni siquiera son capaces de imaginarlas. Todo es relativo y tendrá relación con el propio estado de consciencia.

  Sin embargo, no hay ser humano que no tenga su herida ancestral y que no es más que la otra cara de la misma moneda que encierra el programa Alma. El programa original alma es aquel generado por la Fuente Creadora y que contiene en su interior plasma, codificaciones, energía e información proveniente de esa misma consciencia unificada. Su otra faceta es el programa artificial ego al que se lo llama sombra en este mundo espiritual también tan manipulado. No hay que temer a la sombra ni mucho menos querer anularla o esconderla, porque haciendo esto, más ocultas tu propia luz. Hay que conectar con ella, preguntarle para qué está aquí y comenzar a escucharla porque nadie es más sabio que la propia oscuridad manifestada.

Una vez que esa sombra es escuchada abrirá el camino hacia ese potencial que hay dentro de cada ser humano. Lo mismo que te ata y devora es lo mismo que te libera y nutre. Así que antes de luchar con ella, hay que reconocerla e integrarla como parte tuya que es porque sin ella, no hay ni sanación ni evolución.

La herida del alma es aquella que ha marcado con experiencias el paso de tu esencia en la multidimensión. Son los embates que ha tenido que afrontar para crecer y crecer en sabiduría. Esa herida del alma es la que se proyecta al ego como fractal. La herida ancestral es la herida del alma fractalizada. Por eso, si le temes a la soledad es porque has sido un maestro en las artes del silencio y del trabajo interior. Si no tienes autoestima ni seguridad en tí es porque como esencia has potenciado el amor hacia tu propio ser y guardas en tu interior aunque no lo creas, la confianza suficiente para hacer que otros se puedan amar a sí mismos. Es información que llevas dentro porque a eso te dedicabas en otros planos más evolucionados. Es la  otra cara de la misma moneda que hoy experimentas desde la vibración sombra. Así que tu mayor “defecto” esconde tu mayor virtud. Esa es la clave de este juego. Si te quedas esclavizada a la sombra sin analizarla, sin conectar con ella y lamentandote habrás perdido el juego, pero si por el contrario, te animas a mirar dentro y ver todo lo que atesora, estarás sanando heridas de familia, y abriéndote a la multidimensionalidad que eres como humano solar.

Cuando descubres tu herida ancestral y su hermana, la herida del alma puedes comenzar a comprender toda situación por la que has atravesado. Ya no hay más victimismo ni sufrimiento porque la comprensión consciente hace que todo lo percibas desde otro estado de consciencia que es lo que permitirá que comiences a sanar muchas de las historias familiares que despertaban sufrimiento. Es la sanación ancestral lo que hará que inicies una fase evolutiva donde es el alma quien comande tu consciencia y no tu ego.

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