Sanación de las memorias de dolor de los centros de conciencia (CHACRAS)
Esta terapia llegó a mí cuando mi clarividencia comenzó a expandirse. Para mí, la clarividencia no es adivinar el futuro sino ver qué hay dentro de una línea temporal que contiene a todas, y que se aloja en los chacras. Cuando comencé a trabajar sobre el cuerpo etérico de la persona, descubrí, en plena conexión con mi Ser Superior y las conciencias de luz que me asisten en las terapias, que si me muestran un bloqueo o un recuerdo, es posible reprogramarlo. Siempre. Si no, no me lo muestran. dentro de un centro de conciencia se ve absolutamente todo: las creencias de la persona, las creencias de sus ancestros, se ven los lazos kármicos, los votos, silencios, contratos o decretos hechos en esta vida u otras, los implantes (energías más densas establecidas por uno mismo o por circunstancias), se ve el estado del cuerpo físico, emocional, mental, espiritual, de origen. Es posible ver el mapa completo y la codificación con la que la persona ha venido a este plano. También es posible ver las misiones de luz, tras despejar todos esos bloqueos y limitaciones. Es un trabajo exhaustivo y que va a la raíz de todo. Se hace solamente una vez.
Durante un año estuve haciendo esta terapia de modo presencial también. Pero era mucho el tiempo que una persona debía mantenerse recostada y no tenía sentido puesto que no trabajo sobre el cuerpo físico y es lo mismo, para quienes somos clarividentes tener a la persona de modo presencial o a 20mil kilómetros de distancia. Se conecta con su ser sutil y no con su cuerpo denso. Los chacras no están alojados en el cuerpo físico.
Es la terapia que más me gusta hacer porque es poner a la persona en el camino de su despertar. Una vez que te quitas de encima la capa más gruesa y que tiene que ver con una gran cantidad de limitaciones, estás en condiciones de pasar al siguiente nivel. La vida comienza a armonizarse siempre con un trabajo interior importante, con perseverancia, practicando y sobre todo, actuando. Ser consciente exige acción.
Gran parte del aprendizaje de nuestra experiencia en este plano es la de aprender a movernos, a actuar porque hemos estado inmovilizados durante mucho tiempo, atados al miedo al cambio. La vida es cambio constante y hay que acompañar ese movimiento para mantenerse saludable y abundante.
La terapia no sólo consiste en detectar qué hay que reprogramar sino en quitar lo que está a mi alcance, reprogramar lo que sea necesario para que luego cada uno, con ejercicios puntuales pueda terminar de cerrar esa cantidad de líneas abiertas que son las que ocasionan la confusión y el sentirse perdido, sin saber qué hacer en uno o muchos niveles de esta vida.
Todo aquello que sea ancestral y kármico no es parte de la 5ta dimensión, de esta vibración a la que tenemos que movernos si es que queremos una mejor calidad de vida. Es tiempo de vivir desde nuestra divinidad, nuestra luz y manifestarla en cada situación cotidiana.
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