Codificación de origen y Codificación adquirida
La codificación es un lenguaje encriptado que contiene en su interior símbolos, programas, comportamientos, rasgos y todo lo que forma la personalidad de un individuo. Todos traemos este “código de barras”. En realidad no uno, sino dos. El código de origen, el que hemos venido a recordar y activar y que procede de nuestra divinidad y que se encuentra envuelto dentro de la semilla de Dios que vive en nosotros y el código adquirido que es aquel que procede de nuestro linaje ancestral y que ha sido nutrido de las experiencias, conductas, programas y demás información proveniente de nuestros ancestros y de todas las vidas vividas en este plano.
Según el código de origen, elegiremos el código adquirido. (son complementarios no iguales). Venimos aquí a experimentar lo que es trabajar un don desde el lado inverso. Es decir, poseemos una virtud y venimos a desmembrarla para saber lo que humanamente es el trabajo aquí en la tierra con los conflictos. Uno no podría evolucionar sin el otro. Dentro de la semilla crística se encuentran nuestros contratos de luz, nuestras geometrías personales, nuestro linaje de origen y nuestro código de origen o código sagrado de luz. Cuando esa semilla se abre nos muestra qué es lo que hemos venido a resolver en este plano y cómo hacerlo.
El planeta Tierra es una escuela en donde cada acto si no se aprende se vuelve a reiterar la cantidad de veces necesarias hasta que asumimos con consciencia el fallo cometido. Nuestro código adquirido nunca cambia ya que su codificación depende de cuál sea nuestro código de origen que jamás varía. Venimos a experimentar lo que significa equivocarse, resolver, cerrar, solucionar, integrar, facilitar, ayudar y acompañar. Todas las codificaciones adquiridas vibran en la emoción miedo. Si tu codificación ancestral es el control, no tengas dudas que tu codificación de luz es el fluir, el saber delegar, el desapego y eso es lo que tienes que recordar. Ser una persona libre.
Las dos codificaciones se ven en el cuerpo multidimensional de la persona, como infinita cantidad de información. La codificación de origen no es posible reprogramarla, la adquirida, claro que sí. De eso se trata cuando se activa la semilla crística. Que el orden divino vuelva a instalarse en el cuerpo de luz que eres. Una vez que lo haces, toda una transformación ocurre y se produce la alquimia divina.
Hemos venido a experimentar como humanos desde nuestra capacidad divina, desde nuestro ser iluminado. Es hacer el recorrido inverso para poder llegar a lo que somos como esencia. Códigos de luz.
Para quien lo comprenda es un plan perfecto. Poder entrar y salir del laberinto llamado humanidad atravesándolo con los ojos cerrados y sabiendo exactamente dónde está la salida y sin hilo de Ariadna que nos guíe. Y lo mejor de todo, es la plena consciencia de saber lo que está ocurriendo y de tener completamente en claro el sentido de este proceso.
Quizás, después de leer esto, comprendas por qué todo te cuesta tanto, porque tienes que “luchar” para conseguir lo que “quieres” o por qué nada te sale bien o como quieres. o por qué insistes una y otra vez en conseguir algo o mantener a alguien a tu lado. Tal vez no esté en tu codificación todo aquello que te estás poniendo como objetivo. Por eso es tan fundamental conocer cuáles son tus dos códigos.